Biblo turistas Parte 2


Hablábamos de los turistas de la Biblia (https://lospalimpsestos.wordpress.com/2012/08/18/turistas-biblicos/). Continuaremos con el tema aún un poco más. Hablaremos en esta entrada de algunos riesgos que conlleva el turismo bíblico (además de los ya mencionados anteriormente).

El riesgo del que quiero hablar hoy es el de ¨ver cosas que realmente no están¨, o afirmar cosas que no corresponden a una realidad. Hace algún tiempo conversaba con una persona, apenas estaba conociéndola y, en el transcurso de la conversación, saltó el tema de los viajes y las ciudades. Una de las ciudades que mencionaba conocer era Münich, Alemania. Como durante mi luna de miel pude visitar esa misma ciudad, procuré generar empatía pasando de un tema general a hablar de esa ciudad en particular. Mi interlocutor hizo una afirmación que me pareció reveladora. Me dijo que lo único que no le había gustado de la ciudad era que le parecía excesivamente caro el boleto de entrada en el campo de concentración de Dachau.

Esta afirmación me sorprendió sobremanera porque, en realidad, en ningún campo de concentración, ahora museos de la memoria, cobran un solo euro de entrada. La idea detrás de esto es que Alemania no quiere lucrar con la historia de dolor y muerte que se vivió en esos lugares. El comentario de mi nuevo amigo evidenció que realmente no había estado en Dachau, seguramente había escuchado hablar de ese lugar, había visto fotos o películas, pero evidentemente, no lo conocía personalmente. Hizo una afirmación incorrecta producto del desconocimiento.

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A los turistas de la Biblia les suele suceder cosas similares. Afirman con vehemencia cosas que no aparecen en la Escritura, las creen fervorosamente y las defienden a capa y espada sin darse cuenta que su afirmación sólo evidencia desconocimiento de las páginas sagradas, han sido turistas de esas páginas pero no han conocido esa ciudad compleja y milenaria llamada Biblia. Déjenme mencionar 5 cosas que no aparecen en la Biblia y que muchos afirman categóricamente:

1. Programas de Estudio Bíblico. No hay evidencia de Escuela Dominical, tampoco de Sociedad de Jóvenes de la iglesia, no hay evidencia del grupo de hombres ni del grupo de mujeres. Normalmente no hay nada de malo en esas cosas. Lo realmente inquietante es escuchar a tantas personas afirmar que son necesarias para que una iglesia sea iglesia. Cuando estas prácticas se convierten en normativas, como si fueran dogmas o si aparecieran en la mismas páginas de la Biblia, producen algo muy distinto a la fe sencilla y natural que Dios diseñó para nosotros. Los turistas bíblicos son propensos al legalismo, sucumben con extrema facilidad a la tentación de hacer esenciales cosas que, en realidad, son accesorias. De esa forma empiezan a ver a aquellos que no forman parte de un grupo de estudio bíblico, de un grupo de jóvenes o del grupo de mujeres, como poco cristianos o poco espirituales. El orgullo del biblo turista se genera cuando determina que es más cristiano, más espiritual, mas santo porque hace ¨bíblica¨una práctica que no lo es.

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2. El licor es pecado. En ninguna parte de la Biblia encontraremos esa afirmación, ni nada que se le parezca. La Biblia sí tiene problemas con el alcoholismo, la borrachera, el abuso del licor, pero no con el licor en absoluto. Nunca leeremos en las páginas de la Biblia que una cerveza es mala o que el vino es malo. Algunos argumentan que las palabras que aparecen en la Biblia traducidas por ¨vino¨ deben traducirse, en realidad, por ¨mosto¨, que es una bebida de uvas no fermentada, sin embargo esa afirmación es típica de un turista bíblico que escuchó decir eso a un guía biblo turístico o a algún otro turista de la Biblia.

En el hebreo del Antiguo Testamento encontramos 8 palabras diferentes para referirse al vino. Veamos una por una:

yayin = Se debe traducir por vino. Aparece 134 veces en todo el Antiguo Testamento. Por ejemplo en Génesis 9:21, donde Noé se embriaga.

tirosh = es la única de las 8 que debe traducirse por mosto. Se refiere a la uva exprimida recientemente, aparece únicamente 38 veces en el Antiguo Testamento, por ejemplo en Génesis 27:28 que es parte de la bendición de Isaac a su hijo Jacob. En ella anhela que la tierra le de trigo, que el cielo le de rocío, riqueza de la tierra y muchas uvas recién exprimidas.

shekar = Literalmente bebida embriagante o fuerte. Aparece 20 veces en el Antiguo Testamento, por ejemplo en Salmo 69:12, en el que se habla de los borrachos que abusan de esa bebida.

chemer = literalmente espumar, vino espumoso por la fermentación.Aparece en Isaías 27:2 en el que se anima a cantarle al vino espumante.

asis = Vino del año, ya puede embriagar.

chomets = vinagre.

shemar = vino de pozo, vino viejo.

mesek = vino mezclado con especias, que incrementa las propiedades estimulantes.

Pasando al Nuevo Testamento, podemos ver que tenemos solo 3 palabras:

oinos = vino. Aparece 25 veces en el Nuevo Testamento, por ejemplo en Juan 2:3 cuando Jesús convierte el agua en vino.

gleukos = vino dulce que puede embriagar. Aparece una sola vez en la Biblia (hapaxlegomena) en Hechos 2:3 cuando se dice que los que fueron llenos del Espíritu parecían mas bien ¨llenos de vino¨.

sikera = bebida fuerte. Aparece una única vez en todo el Nuevo Testamento, en Lucas 1:15, cuando se habla de Juan el Bautista, quien comía langostas, vestía con pieles y no bebía esta bebida altamente embriagante llamada sikera.

Como vemos de toda la Biblia solo una se debe traducir como mosto, el resto significan vino fermentado y embriagante. La Biblia no prohibe beber con moderación, sino embriagarse.

El turista bíblico no hará este recorrido tortuoso y difícil por las estrechas calles de las palabras Bíblicas, solo repetirá lo que le es más sencillo y elevará lo que escuchó al nivel de dogma.

Escribiremos de las restantes 3 cosas que no aparecen en la Biblia, mencionadas por los turistas, en la próxima entrada.

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2 Comments

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  1. Que vengan pronto esas entregas porque esto se está poniendo cada vez mejor! Que conste no tomo licor aunque de vez en cuando añado unas cuantas gotas a algún postre (literalmente hablando). Por supuesto que hay «turistas» que ponen en tela de juicio mi relación con Dios. Muchas gracias por escribir. No ha pensado usted en la posibilidad de publicar estos escritos en algún periódico de circulación nacional. Le aseguro que habría mucha retroalimentación !

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